Thursday, July 10, 2014

Sorprendentes Lecciones de las Políticas Comerciales de China


Por Sarah Fiske
La Corresponsal de InteRDom, Sarah, recientemente terminó sus estudios universitarios en Ciencias Politicas en la Universidad de Louisville, Kentucky, y se encuentra participando en el Programa de Verano de 2014 de 10 semanas de duración. Usted puede leer más acerca de Sarah y de su participación en el Programa de Corresponsales aquí.

En algún momento del día tuve una brillante idea para una entrada de blog... pero ha desaparecido en el abismo de los pensamientos perdidos, palabras olvidadas del vocabulario y calles desconectadas que ocupan la mayor parte de mi cerebro cuando llegan las noches. Por lo tanto, teniendo esto en cuenta, ustedes tendrán que leer sobre mi trabajo. Sin embargo, voy a tratar de hacerlo de manera que su tiempo valga la pena.

Aquí les envío un “selfie” en el trabajo... y para que se diviertan, voy a compartir la historia que lo acompaña. El otro día tuve dos momentos incómodos: El primero fue cuando iba de camino al trabajo y traté de pagarle al conductor del coche que estaba compartiendo con una moneda de 25 centavos estadounidenses en vez de con una de 25 pesos! La segunda fue poco después de llegar al trabajo y me sorprendieron tomándome este autorretrato. Gringo (gringa) nivel: fannypack.

De todas formas, en la pantalla de la computadora detrás de mí en esta fotografía se encuentra un documento de 200 páginas sobre la política China de comercio e inversión... en español. Así que si alguien está buscando practicar y tener una conversación en español sobre las salidas de flujos desde la cuenta de capital hacia Hong Kong entre en contacto conmigo. Intenté discutir este asunto con mi taxista en el camino de vuelta a casa sólo para practicar pero no creo que estaba interesado. Es broma, en realidad hablamos sobre la Copa del Mundo.

Para decir lo que es obvio, voy a compartir por qué estoy leyendo sobre la política comercial de China en la República Dominicana ;). Estoy trabajando en el Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX) en la unidad de negociaciones comerciales. Actualmente trabajo en proyectos de la Organización Mundial del Comercio que examinan las políticas comerciales. El segundo aspecto de mi pasantía incluye trabajar en un proyecto de investigación sobre el CAFTA-DR, el acuerdo de libre comercio entre los países de Centroamérica, Estados Unidos y la República Dominicana.
MIREX - Creditos de la foto: Diario Libre


Así que ese es mi trabajo en pocas palabras. Les ahorraré los pormenores del asunto, pero les compartiré algo importante que aprendí en el trabajo y que creo que es relevante para cualquiera que lea esto. Es algo que aprendí sobre mí misma, y creo que es algo que con lo que en algún momento cada uno de nosotros se encuentra cara a cara.

Soy una persona muy comunicativa. Soy buena para hablar y siempre he tenido un buen vocabulario y he sido capaz de articular bien mis pensamientos y puntos para transmitirlos a los demás. Por esta razón, considero que ser entrevistada es una de mis mayores habilidades. Siempre he sabido que tenía esa habilidad, pero lo que no me había dado cuenta es qué tan ligada a ella estaba mi confianza en mí misma. En el trabajo no tengo más mis habilidades verbales. Tengo que comunicar todo en una lengua en la que me falta la potencia y la precisión de las palabras que tengo en mi lengua materna. Me falta el vocabulario necesario para elegir cuidadosamente lo que digo, me falta la estructura gramatical para garantizar que las sutilezas de lo que digo están allí. Mi manejo de la lengua en inglés pasa de ser tan suave como las habilidades de Messi manejando la pelota (bueno, eso es una exageración, pero comprenden lo quiero decir), a la de un niño pequeño tratando de patear una pelota grande. Me tropiezo, me caigo, pateo en la dirección equivocada o anoto en la meta de gol equivocada, y con mis habilidades de manejo de la lengua sentía que mi confianza se evaporaba.

A menudo pensamos que la confianza y el orgullo van de la mano, pero he aprendido que en este caso es increíblemente importante separarlos. Mi confianza era una herramienta importante que tenía que usar para sobrevivir cada día en el trabajo, pero mi orgullo se me atravesaba en el camino. Mi orgullo me hacía sentarme tranquilamente en mi escritorio sin atreverme a hacer preguntas o hacer amigos. Sólo cuando me volví humilde pude disfrutar de la confianza y la falta de miedo para hacer mi día de trabajo mucho mejor. Mi confianza tiene su origen en mi identidad, no en mis logros. Para actuar con verdadera confianza, tuve que volverme humilde, y poner de lado mi miedo al fracaso y mi deseo de lucir bien.

Gracias por leer este blog. No dude en hacer comentarios, o preguntas o sugerir algún tema que le gustaría conocer.

Hasta pronto.

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