¿Cuándo fue la última vez que viste a alguien recaudando fondos? Si eres neoyorkino – como yo – esto se ve todos los días! En pequeña escala, desde los necesitados que mendigan en las estaciones del metro, hasta las organizaciones de caridad que lo hacen en gran escala mediante las "mesas reservadas" en las ferias comunitarias, con la esperanza de recaudar fondos para una cura que tanto se necesita. La verdad es que la recaudación de fondos se ha arraigado en la cultura global de nuestra sociedad – impulsa las intenciones altruistas de la humanidad permitiéndonos hacer una diferencia donde más se necesita. Al recaudar fondos, no sólo estamos recaudando dinero, sino que también estamos elevando la responsabilidad social, – la conciencia plena y la percepción de fondo de algunos de los problemas sociales emergentes en el mundo. Puede que no seamos capaces de resolver todos los problemas del mundo a la vez, pero poco a poco podemos hacer que este mundo sea un mejor lugar. Esto fue lo que impulsó mi iniciativa de recaudación de fondos.
La Inspiración
El Programa de Estudios en el Extranjero de Agricultura Urbana de InteRDom/CCNY ha sido el programa de mis sueños! Siempre he tenido la aspiración de desarrollar un proyecto de jardinería urbana sostenible de alimentos orgánicos en mi ciudad natal de Far Rockaway, Nueva York. Es muy difícil encontrar alimentos orgánicos en mi comunidad y si tienes suerte de encontrarlos, son muy caros. Muchas personas desean comer alimentos orgánicos pero, lamentablemente, no tienen el presupuesto para comer tan saludable como debieran poder hacerlo. Por lo tanto, la oportunidad de participar en un curso de aprendizaje por servicio basado en la agricultura urbana me daría la oportunidad de: 1) desarrollar huertos urbanos para 50 familias en las zonas empobrecidas de la República Dominicana; 2) adquirir los conocimientos y la experiencia necesarios para desarrollar sistemas de producción agrícola urbana en Nueva York; y 3) enriquecerme desde el punto de vista cultural. Iba a aprovechar la oportunidad por cualquier medio que fuese necesario. Desafortunadamente, las complicaciones financieras fueron un reto importante para poder participar en este programa que complementaría a la perfección mi estilo de vida y mis metas profesionales. Con el conocimiento y la experiencia que ganaría en este programa de aprendizaje por servicio, podría regresar a mi comunidad local de Far Rockaway de la Ciudad de Nueva York, para educar a los residentes sobre cómo ellos también podrían aprender a cultivar sus propios productos hortícolas utilizando métodos urbanos.
El Método
Al principio, supuse que iba a encontrar un departamento dentro del sistema de CUNY que podría financiar mi experiencia de estudios en el extranjero. Fui a todos los departamentos y oficinas que pensé que serían capaces de ayudarme en mi esfuerzo. Algunos de los departamentos con los que conversé son: Biología, Estudios Internacionales, la Oficina de Asuntos Estudiantiles, la Oficina de Vida Estudiantil, el Instituto de Estudios Dominicanos y la Biblioteca de Estudios Dominicanos. La respuesta de todas las entidades antes mencionadas fue: "Lo siento pero no podemos ayudarte. No tenemos dinero." Fue muy difícil creer que no tenían fondos para ayudarme a financiar mi viaje, pero seguí buscando. El problema fue que llegué a la conclusión de que no recibiría fondos de ninguno de estos departamentos tan sólo 3 días antes de mi partida hacia la República Dominicana. Tenía que pensar rápidamente. Consulté con un amigo muy querido quien me sugirió que comenzara una campaña de recaudación de fondos dos días antes de que el dinero debiera ser entregado. Por extraño que parezca esto me motivó para hacerlo! Él me animó diciendo: "Si no lo intentas no tendrás éxito." Inmediatamente empecé a recaudar fondos en el campus, contacté a otros estudiantes y a profesores y aproveché las redes que tenía: una organización sin fines de lucro de la cual soy miembro activo, representantes de la oficina de mi concejal, activistas de la comunidad con quienes he trabajado en el pasado, y otros profesionales del mundo de los negocios que sabía que podrían correr la voz y también contribuir a mis esfuerzos.
El Programa de Estudios en el Extranjero de Agricultura Urbana de InteRDom/CCNY ha sido el programa de mis sueños! Siempre he tenido la aspiración de desarrollar un proyecto de jardinería urbana sostenible de alimentos orgánicos en mi ciudad natal de Far Rockaway, Nueva York. Es muy difícil encontrar alimentos orgánicos en mi comunidad y si tienes suerte de encontrarlos, son muy caros. Muchas personas desean comer alimentos orgánicos pero, lamentablemente, no tienen el presupuesto para comer tan saludable como debieran poder hacerlo. Por lo tanto, la oportunidad de participar en un curso de aprendizaje por servicio basado en la agricultura urbana me daría la oportunidad de: 1) desarrollar huertos urbanos para 50 familias en las zonas empobrecidas de la República Dominicana; 2) adquirir los conocimientos y la experiencia necesarios para desarrollar sistemas de producción agrícola urbana en Nueva York; y 3) enriquecerme desde el punto de vista cultural. Iba a aprovechar la oportunidad por cualquier medio que fuese necesario. Desafortunadamente, las complicaciones financieras fueron un reto importante para poder participar en este programa que complementaría a la perfección mi estilo de vida y mis metas profesionales. Con el conocimiento y la experiencia que ganaría en este programa de aprendizaje por servicio, podría regresar a mi comunidad local de Far Rockaway de la Ciudad de Nueva York, para educar a los residentes sobre cómo ellos también podrían aprender a cultivar sus propios productos hortícolas utilizando métodos urbanos.
El Método
Al principio, supuse que iba a encontrar un departamento dentro del sistema de CUNY que podría financiar mi experiencia de estudios en el extranjero. Fui a todos los departamentos y oficinas que pensé que serían capaces de ayudarme en mi esfuerzo. Algunos de los departamentos con los que conversé son: Biología, Estudios Internacionales, la Oficina de Asuntos Estudiantiles, la Oficina de Vida Estudiantil, el Instituto de Estudios Dominicanos y la Biblioteca de Estudios Dominicanos. La respuesta de todas las entidades antes mencionadas fue: "Lo siento pero no podemos ayudarte. No tenemos dinero." Fue muy difícil creer que no tenían fondos para ayudarme a financiar mi viaje, pero seguí buscando. El problema fue que llegué a la conclusión de que no recibiría fondos de ninguno de estos departamentos tan sólo 3 días antes de mi partida hacia la República Dominicana. Tenía que pensar rápidamente. Consulté con un amigo muy querido quien me sugirió que comenzara una campaña de recaudación de fondos dos días antes de que el dinero debiera ser entregado. Por extraño que parezca esto me motivó para hacerlo! Él me animó diciendo: "Si no lo intentas no tendrás éxito." Inmediatamente empecé a recaudar fondos en el campus, contacté a otros estudiantes y a profesores y aproveché las redes que tenía: una organización sin fines de lucro de la cual soy miembro activo, representantes de la oficina de mi concejal, activistas de la comunidad con quienes he trabajado en el pasado, y otros profesionales del mundo de los negocios que sabía que podrían correr la voz y también contribuir a mis esfuerzos.
Usé Facebook.com para crear conciencia inmediata sobre mi causa y mi campaña de recaudación de fondos. Hice esto mediante la creación de un folleto que pensé que podría atraer la atención de la gente (puedes ver este folleto en la parte inferior de esta entrada de blog). El folleto era simple y directo. Incluí una foto de mí misma, un título que expresa de manera sucinta la acción que yo quería que los lectores tomasen y dos subtítulos, que explican cómo los estudios en el extranjero podrían ayudar a mi comunidad y mi participación en proyectos comunitarios. Puse de relieve mi participación activa en las tareas que lleva a cabo la organización sin fines de lucro Rockaway Youth Task Force. Le recomiendo a cualquier persona que recaude fondos que aproveche la riqueza de sus redes sociales – ya sea la organización sin fines de lucro de la que eres miembro, tu equipo de fútbol, una institución religiosa, la oficina de tu concejal o tus padres o tu trabajo. Me tomó aproximadamente 2 horas realizar una serie de modificaciones y de revisiones al folleto hasta que me sentí satisfecha. Este período puede ser mayor o menor para cada persona en función de la visión que tengan sobre su folleto y su nivel de habilidades para lograrlo.
Me sentí encantada de ver todos los comentarios positivos que estaba recibiendo. Aproximadamente 5 personas se ofrecieron para hacer una donación a las pocas horas de ver mi folleto en Facebook. Motivé a que la gente donara al explicar cómo el viaje también les beneficiaría a ellos como miembros de la comunidad porque tengo planes de iniciar un proyecto de jardinería urbana en mi comunidad local.
Me sentí encantada de ver todos los comentarios positivos que estaba recibiendo. Aproximadamente 5 personas se ofrecieron para hacer una donación a las pocas horas de ver mi folleto en Facebook. Motivé a que la gente donara al explicar cómo el viaje también les beneficiaría a ellos como miembros de la comunidad porque tengo planes de iniciar un proyecto de jardinería urbana en mi comunidad local.
Es lamentable que para entonces sólo me quedara un día más para recaudar $800. Si tienes pensado recaudar fondos en línea – lo cual altamente recomiendo – es necesario que abras una cuenta de PayPal para que los donantes depositen dinero con facilidad. A mí me fue muy difícil recolectar el dinero donado, dado que tuve que visitar en un sólo día a diferentes personas que se encontraban dispersas en los 5 municipios. Recuerdo que tuve que ir a Brooklyn, después a Harlem, y a continuación a dos extremos opuestos en Queens para recoger donaciones. Hubiera sido mucho más eficiente, en términos de tiempo, que el dinero fuese depositado en línea.
Otro método de recaudación de fondos podría ser conversar físicamente con las instituciones y las personas que con las que estás afiliado(a). Hazles saber lo que estás haciendo, cómo pueden ayudarte y cómo se beneficiarán ellas. El beneficio puede ser tan simple como patrocinar una presentación que vas a mostrar sobre tu experiencia cuando regreses. Sé creativo(a)!
Los Resultados
El resultado fue que reuní aproximadamente $500 durante los dos días que duró mi recaudación de fondos. Si hubiera comenzado mi recaudación de fondos desde que presenté mi solicitud para el programa hubiera sido capaz de recaudar suficientes fondos para pagar el costo completo del programa, el vuelo y la matrícula, algo que me gustaría que hubiese hecho antes. La única razón por la que no comencé una iniciativa como ésta de antemano es porque quería estar segura de que iba a ser aceptada en el programa antes de empezar a solicitar fondos. Recibí mi carta de aceptación el 14 de mayo, lo que me dio aproximadamente 3 semanas para recaudar fondos. Me siento muy feliz de haber seguido adelante y de no haberme dado por vencida. Eso es algo que cualquier estudiante que lleva a cabo una recaudación de fondos debe recordar siempre. Hubo muchas personas que me dijeron "no" pero yo sabía que había otras muchas que me dirían que sí. "Donde hay voluntad hay un camino", siempre recuerda eso.
El resultado fue que reuní aproximadamente $500 durante los dos días que duró mi recaudación de fondos. Si hubiera comenzado mi recaudación de fondos desde que presenté mi solicitud para el programa hubiera sido capaz de recaudar suficientes fondos para pagar el costo completo del programa, el vuelo y la matrícula, algo que me gustaría que hubiese hecho antes. La única razón por la que no comencé una iniciativa como ésta de antemano es porque quería estar segura de que iba a ser aceptada en el programa antes de empezar a solicitar fondos. Recibí mi carta de aceptación el 14 de mayo, lo que me dio aproximadamente 3 semanas para recaudar fondos. Me siento muy feliz de haber seguido adelante y de no haberme dado por vencida. Eso es algo que cualquier estudiante que lleva a cabo una recaudación de fondos debe recordar siempre. Hubo muchas personas que me dijeron "no" pero yo sabía que había otras muchas que me dirían que sí. "Donde hay voluntad hay un camino", siempre recuerda eso.
Me gustaría enviar un agradecimiento especial a un querido amigo, Amalu Jenkins, por haberme animado a iniciar este proceso de recaudación de fondos cuando yo pensaba que no había solución para este problema. He aprendido que siempre hay una solución. Sólo tienes que encontrarla – por cualquier medio que sea necesario.
También gracias a todos los que me apoyaron en esta iniciativa, ya sea a través de su estímulo o monetariamente. Me han ayudado a mejorar las vidas de 50 familias en la República Dominicana en una forma pequeña pero significativa. Voy a continuar haciendo que se sientan orgullosos de mi!
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