Cuando yo llegué a Santo Domingo, todavía no tuve acuerdo con el
hecho que voy a pasar casi mi verano entero aquí. Yo vení con objetos a mejorar
mi espanol y conocer la patria de mis padres. Espanol fue mi primer lenguaje,
pero en los Estados Unidos hay una presión de acomodar sus hijos a la cultura
del país para que luchen menos en escuela. Cuando empecé escuela primaria yo
hable menos en Espanol y casi perdí la idioma enteramente. Ahora estoy más
seguro en mi identidad y tengo un agradecimiento grande por mi cultura
Dominicana y mi Afro-latinidad. Mi familia y la cultura Dominicana no me
enseñaron que fui diferente de los blancos y otros tipos de latinos en mi
escuela porque soy negra y mulata.
Yo crecí con un deseo de tener “pelo bueno”
y ojos azules. Yo jugué con muñecas rubias (las que estaban disponibles
mayormente) en mi niñez y fui influenciada del estándar eurocéntrico de belleza
representado en los medios que vi en los programas de televisión y películas.
Para mi es importante a expresar mi perspectiva diferente porque influye en
cómo yo veo la República Dominicana como una Afro-Latina y una estudiante del la prestigiosa universidad de artes liberales en los Estados Unidos: Williams
College.
Este verano estoy trabajando para la organización sin ánimo de lucro: Mujeres en Desarrollo
Dominicanas (MUDE) en el departamento social. Yo paso mi tiempo ayudando en la
oficina con trabajo del papeles, revisando documentos, y acompañando proyectos
diferentes. Recientemente yo fui a un campo en Yamasá para celebrar una gran
instalación de agua. Me disfrute mucho a ver las familias con alegría y el apoyo de
otras organizaciones y las compañías Dasani y Coca Cola en este proyecto. También me gusta el ambiente del personal y
me siento más aceptado aquí en un lugar donde la gente se parecen como yo. En
los Estados Unidos normalmente el personal de una organización sin ánimo de
lucro es la gente que posean tiempo para
como un lujo o gente que tiene acceso y oportunidades para conseguirlos.
El personal está compuesto de personas blancas por la sistema de desigualdad
racial, social, y económica en los Estados Unidos. Aunque soy Dominicana de
verdad por mis padres, yo se que luche mas aqui en mi adaptación a la oficina que otros pasantes europeos. Yo fui a escuela pública mi vida entera y
solamente podía aprender Espanol por tres años. Los otros pasantes tienen más
recursos porque no están aquí por una beca como yo y también el sistema de
Europa es más inclusivo y se habla idiomas diferentes. No me malentiendas, yo soy muy
flexible, inteligente, y determinada independiente de los obstáculos que
encuentro. Yo estoy feliz de mi decisión a venir a la República Dominicana y
doy la bienvenida a la incomodidad porque al final del día quiero crecer. La
gente tiene tanto miedo de sentirse incómodo y es por eso que se queda
estancado.
Me hospedo con mi
familia este verano es lo más importante parte de mi estancia en la República
Dominicana. Mi abuela sufrió un derrame cerebral en el pasado y por eso se mudó
para atras a su casa en Santo Domingo. Nosotras
no nos pasamos mucho tiempo juntas durante mi niñez y me alegro que podría
quedarme con ella ahora que soy una adulta. Entiendo más de sus cuentos y tengo
una apreciación por su sabiduría. También yo le enseño que soy independente
como ella fue en su tiempo cuando ella encontró maneras diferentes para atender
escuela durante un periodo cuando la sociedad no quería educar las mujeres.
Cuando me dices “Arreglate tu pelo” yo le digo “Abuela yo amo mi pelo natural.”
Mi pelo no ofende a nadie en mi oficina y no se interpone en mi trabajo. Si eso
fue el caso, encuentro otro pasantía donde puedo estar cómoda con mi identidad.
Cuando ella tiene una problema con mi estilo, yo le digo “Esto es mi estilo y
me siento cómodo como esta”. Estoy en un lugar de mi vida donde no puedo
aceptar que alguien interrumpe mi amor propio. No es un caso de narcisismo,
egoísmo, o vanidad. Soy creyente de mi salvador Jesucristo y no creo que soy
mejor de nadie. Pero no puedo amar a los demás si no me amo a mi mismo. No puedo
dar a los demás si yo mismo estoy vacío.
Adicionalmente, tuve
un tiempo maravilloso en la ciudad natal de mi papa: San Juan de la Majuana. No
conocí la familia de mi papa aqui en la República Dominicana porque no los he
visto desde los 4 años, la última vez que vine aquí. Cuando llegue y todos me
dieron la bienvenida, me sentí abrumada por el alivio y el sentimiento de amor
y aceptación. Ellos me recibieron como yo soy. Nadie me dijo “Cambiate tus
ropas”, “Peñate tu pelo”, “Ponte tratamiento capilar de keratina”, “No salgas
aya fuera al sol”. Por la primera vez en mi vida, mi tiempo con mi familia no
fue consumido con despojarme de mi identidad negra pero con prácticas de amor.
Pero tenga en cuento, que solamente me quedé allí por un fin de semana así que
es injusto compararlo a la vida que he tenido con mi otra familia. San Juan de
la Majuana también es un sitio muy importante para mi familia porque solo una
cuadra de la casa de mi familia, vive la familia de una amiga mutua de mis
padres. Esa amiga trabajo con mi mama en la capital y le trajo a San Juan
durante Semana Santa. Ahí mis padres se conocieron, el resto es historia.
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