La
verdad es que este primer mes en Santo Domingo se me fue volando, estoy tan
feliz aquí que el tiempo paso muy rápido. Estuve aprovechando al máximo para
irme llena de recuerdos y momentos inolvidable. De hecho, comentares algunos de
estos.
Lo admito que antes de
llegar al país, me sentía nerviosa y con un poco de temores ya que era mi
primer viaje absolutamente sola. Por suerte, pude contar con el equipo
Interdom, quienes supieron darme una bienvenida increíble. Como olvidar cuando fueron
a buscarme al aeropuerto y que tuvieron que esperar 2 horas por el atraso, aun
así, nos reímos de esto.
Desde que pise tierra
dominicana nunca me he sentido sola, me bridaron un gran apoyo y siempre han
estado pendiente en responder a todas mis preguntas y a que no me falte nada.
Además, hacen todo lo
posible para que primero nos familiaricemos con la ciudad y el país. Esto fue
importante ya que me hizo sentirme como en casa apenas llegue, si no hubiera
sido por ellos, no me hubiera sentido cómoda tan rápido.
Antes de que empiece la pasantía,
están los días de introducción para orientarnos bien y darnos muchos dates
útiles (medico, números útiles, restaurantes, transporte, lugares para salir,
playas, etc). Lo bueno, es que el programa Interdom no está únicamente enfocado
en la pasantía, pero también en hacerte descubrir Republica Dominicana en todos
sus ámbitos. Siempre recordare el baño de pueblo que hicimos a penas llegamos. Los
coordinadores de Interdom nos llevaron a recorrer la ciudad y fuimos a un sitio
bien popular y un poco marginalizado donde pudimos apreciar la otra cara de
Santo Domingo. También, en este día nos llevaron a comer a un lugar muy bonito
frente al mar, fue allí donde por primera vez descubrimos la comida típica del
país.
En cuanto a la
pasantía, las oportunidades del programa son muy interesantes, son lugares de
trabajo donde la entrada es restringida, por lo cual es una suerte tener esta
posibilidad profesional que ofrece Interdom.
Estoy muy agradecida
que pudieran darme la suerte de hacer mi pasantía en FUNGLODE, la Fundación de
la democracia y del desarrollo. Desde que llegué aquí, me sorprendí bastante,
claramente estaba mejor de lo que me imaginaba. Es una institución muy
reconocida en el país que promueve una mejor sociedad en ámbitos culturales,
económicos y sociales. Es sumamente interesante estar rodeada de profesionales
que tienen puestos importantes ya que contribuyen al desarrollo del país. He
compartido con algunas de ellas, lo que también me permitió hacer networking.
Estoy segura de que esta
será muy benéfica para mi futuro y le dará una ventaja competitiva a mi CV. Solo
puedo destacar puntos positivos de esta pasantía: puedo trabajar en autonomía, estoy
desarrollando habilidades, pongo en práctica los conocimientos que he adquirido
durante mi carrera.
Además, los lugares
donde Interdom ofrecen pasantías están mayoritariamente ubicados en una zona muy
segura, por lo cual puedo irme caminando de mi apartamento hacia mi trabajo, lo
que es muy práctico.
Fui realmente bendecida de haber encontrado este
programa, me han ayudado a que mi sueño se haga realidad. Esta experiencia me permitió
antes todo confirmar mi futuro proyecto de vida en Santo Domingo. Después de
mis estudios quisiera instalarme aquí, y para esto necesitaba tener una idea
más clara y concreta de cómo es la vida aquí.
Me la pase entonces descubriendo esta ciudad llena de
diversidad, contrastes y sobre todo con un pueblo tan cariñoso.
Hasta ahora, cada fines de semanas han sido una locura
y esto es lo mejor.
El primer fin de semana, una amiga de aquí nos llevó
con mi compañera pasante a la playa de Juan Dolió. Pensábamos que íbamos a
tener un sábado playero tranquilo, pero en realidad no fue así; resulta que
terminamos en un evento de los motoristas del club de “Hell Angels”. Mi amiga
quería que conociera este ambiente totalmente diferente y fue bastante divertido,
pudimos aprovechar de un buffet, de la música rock - metal y hasta de una pelea
de boxeo en directo en la tele. Luego, al regresar a Santo Domingo en la misma
noche, fuimos a conocer la vida nocturna de la zona colonial y ahí fue donde
tuvimos nuestro primer baile de salsa en la capital.
El siguiente fin de semana, fuimos a Las Terrenas
donde allí tuvimos un real momento playero: bronceo, fiesta en la playa, comida
típica del mar. Es poco decir que la pasamos demasiado bien, sin duda alguna, lo
volveré a repetir muchas veces. Republica Dominicana tiene paisajes y playas
hermosas, recomiendo ir cada fin de semanas a diferentes pueblos, estoy muy
emocionada al solo pensar en todos los lugares que me faltan descubrir.
Es también importante destacar que a veces la gente
aquí rompe un poco con los esquemas. Por ejemplo, el día que teníamos que irnos
de Las Terrenas era feriado, y habíamos planeado tomar la ultima guagua del día
(mala idea). Pese a que estábamos 30 minutos adelantadas, el transporte ya se
estaba yendo cuando llegamos, tuvimos que correr detrás para que se detuviera.
El chofer nos explicó que partieron antes ya que la guagua se había llenado,
incluso me sorprendió ver que habían muchas personas paradas. Tuvimos que
quedarnos sentada en el suelo todo el viaje, y la verdad es que fue chistoso,
sentimos que estábamos de aventureras.
En fin, lo que puedo
asegurar es que la gente es muy acogedora, te recibe con los brazos abierto y puedes
hacerte muchas amistades (siendo siempre selectiva en las juntas para no tener
malas sorpresas). Los amigos locales son los que hasta ahora me llevaron a
conocer sitios geniales. Con mi amiga, tenemos muchas salidas pendientes que
nos esperan. Últimamente fuimos a un lugar mágico de la zona colonial a
tomarnos el mejor coctel nunca antes probado: Mojito chinola ¡muy recomendado!
Definitivamente, estoy decidida
en volver por mucho más tiempo para de nuevo apreciar todas las maravillas
que este país tiene para ofrecerle al mundo. Al igual,
es un destino que voy a recomendar a mis amigos para que
vivan y compartan, al igual que yo, este monton de alegría.
Ce premier mois à Santo Domingo est
passé très vite, je suis si heureuse ici que je