Por: Joaquin SalazarConsultor de InteRDom e Instructor de la Certificación
Con el advenimiento del Siglo XXI la humanidad se encuentra en plena revolución de la información, generalmente conocida como la Globalización. Sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial con sus devastadoras consecuencias de muerte y destrucción que dio origen a un despertar de los estamentos académicos, filosóficos y políticos del mundo que llevó a la formación de la Organización de las Naciones Unidas en 1945 con la proclamación de la carta de las Naciones Unidas.
Dicha organización mundial tiene como objetivos el intercambio cultural mundial tal como expresado en la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural en su acápite 2:
“En nuestras sociedades cada vez más diversificadas, resulta indispensable garantizar una interacción armoniosa y una voluntad de convivir de personas y grupos con identidades culturales a un tiempo plurales, variadas y dinámicas. Las políticas que favorecen la integración y la participación de todos los ciudadanos garantizan la cohesión social, la vitalidad de la sociedad civil y la paz. Definido de esta manera, el pluralismo cultural constituye la respuesta política al hecho de la diversidad cultural. Inseparable de un contexto democrático, el pluralismo cultural es propicio para los intercambios culturales y el desarrollo de las capacidades creadoras que alimentan la vida pública.”
Esta Declaración lleva al gran movimiento conocido como Globalización que ha ido cobrando impulso a través de los años en todos los ámbitos del quehacer humano. En el 1961 el Presidente Norteamericano John F. Kennedy fundó el Cuerpo de Paz como un medio que jóvenes norteamericanos contribuyeran a la política de paz y amistad entre los pueblos del Estado Norteamericano.
Desde entonces, muchos programas internacionales de pasantía han prestado sus servicios a estudiantes de todos los países con el fin de que puedan obtener, con un mínimo de sacrificios y utilizando fondos internacionales, experiencias culturales, sociales y profesionales en lugares nuevos con el fin de integrar las culturas nacionales sin prejuicios raciales, étnicos, religiosos de género, etc. Se trata de la promoción de la verdadera amistad entre los pueblos por las que han propugnado los grandes pensadores de la humanidad.
La Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE) y la Global Foundation for Democracy and Development (GFDD) se unieron a este movimiento a través de su unidad especializada InteRDom en el año 2005 con la oferta de pasantías en la República Dominicana para estudiantes de las más destacadas universidades norteamericanas.
En el año 2009 InteRDom se destacó de los otros programa, iniciando su programa de talleres para la certificación de Monitores de Pasantías locales y hasta la fecha se han certificado tres grupos de Monitores. El propósito de dichas certificaciones es formar personal para la coordinación de los programas de pasantías dentro de las empresas, instituciones del Estado y ONG de la República Dominicana para promover la sinergia entre el mundo académico y las empresas.
La dirección de InteRDom ha considerado oportuno ampliar el programa de certificación de Monitores de Pasantía a las universidades para completar la tríada de las pasantías:
- El pasante
- La institución académica
- La Empresa o institución receptora del pasante
La institución académica y la institución receptora deben aunar esfuerzos para que la experiencia de la pasantía tenga un valor de formación humana, y profesional de calidad para el/la pasante. Se trata de “aprender-haciendo” y de un eslabón real entre el mundo del estudiante y eldel profesional en el trabajo.
Basándonos en la teoría sistémica del biólogo austriaco alemán Karl Ludwig Von Bertalanffy que en 1901 fundó con otros científicos la llamada teoría general de los sistemas, todo está compenetrado y las instituciones académicas y las empresas constituyen células sociales y productivas interdependientes que interactúan y se nutren mutuamente. Ambas poseen una gran dosis de responsabilidad social frente a la población y las demás instituciones que interactúan, tanto financieras, como políticas y sociales en todos los países.
Según esta visión, la sinergia entre la escuela, la industria y las instituciones del estado está íntimamente compenetrada y el ser humano que es su producto debe poseer una mentalidad acorde con esta visión.
Si, además, nos adentramos en la percepción de las competencias individuales que rigen la vida personal y colectiva de los seres humanos reunidos en comunidades, vemos claramente que las pasantías, como experiencias a la vez educativas y laborales, llevan al perfeccionamiento de dichas competencias para producir un ser humano capaz de interactuar con sus congéneres como entidades individuales y colectivas basadas en conocimientos personales y profesionales que contribuirán al adelanto de la colectividad.
Estamos de hecho frente a un nuevo concepto de pasantía, una visión global tanto del ser humano, transformado en pasante, como de las instituciones académicas, empresariales y gubernamentales, transformadas en entidades responsables del bienestar social y colectivo.
